domingo, 22 de agosto de 2010

'CSI: Peligro sepulcral', el Tarantino desconocido.


Cuando se habla de Quentin Tarantino la primera película que sale por la boca es siempre Pulp Fiction (Id, 1994), después ya surgen sin ningún orden obras como Kill Bill (Id, 2003,2004), Reservoir Dogs (Id, 1992) o últimamente, Malditos bastardos (Inglourious Basterds, 2009), a veces incluso se habla de algún guión suyo como Abierto hasta el amanecer (From dusk till down, 1996) o Amor a Quemarropa (True Romance, 1993), pero lo que nunca o muy pocas veces se nombra es su relación con la ficción televisiva. Hagamos un poco de memoria. Allá por 1995, aún reciente el éxito de Pulp Fition, Tarantino dirigió ante sorpresa de seguidores del director y de la serie el último episodio de la primera temporada de Urgencias (ER, 1994-2009), Maternidad (1.24, Motherhood, 1995). Posteriormente, entre 2002 y 2004 actuó en cuatro episodios de Alias (Id, 2001-2006), la serie de J.J. Abrams. Finalmente, en la que es su ultima colaboración con la televisión hasta el momento, se encargó de escribir y dirigir en 2005 el último episodio de la quinta temporada de CSI Las Vegas (CSI: Crime Scene Investigation, 2000- ), un episodio doble que se llamó Peligro Sepulcral (Grave Danger, 2005) en el que el CSI Nick Stokes (George Eads) es enterrado vivo por un misterioso secuestrador y el resto de sus compañeros han de encontrarlo antes de que se quede sin aire y muera. Merece la pena hablar de esta última colaboración, porque además de ser uno de los más espectaculares y elaborados –que ya es decir hablando de la serie que hablamos- episodios de toda la serie, es también uno de los mas desconocidos y sorprendentes trabajos de su director. Es preciso señalar que el motivo del enterramiento en vida no es nuevo, es algo que ya estaba presente en la filmografía de Tarantino (La Novia enterada en Kill Bill) y en la propia serie forense en uno de los primeros episodios de la primera temporada, Cajón y entierro (1.3, Crate ‘n’ Burial, 2000). Así Tarantino partiendo de algo conocido nos lleva hasta un universo de terror pocas veces explorado tanto en la serie como en la propia filmografía del director.


En la primera parte, o Volumen 1 si asimilamos su titulo original, es en la que el público apreciará más fácilmente el “estilo Tarantino”. Los famosos diálogos triviales del director aparecen en escena, aunque si bien con una duración menor dado el formato al que se atiene, sí en una cantidad mayor. Cada poco tiempo aparece en pantalla un gag propio del director, tal y como comenta Abdessamed Sahali al respecto de este capitulo en su libro “Series de culto. El otro Hollywood.” (Ma Non Troppo, 2007) “La firma de Tarantino es poco mas que una herramienta de marketing, muy útil por lo que se refiere a la credibilidad de la serie (…)”. Los diálogos ya mencionados, casi todos concentrados al principio del metraje, un pequeño salto temporal sin ninguna función narrativa salvo la asociación con otras obras del director que se valen del mismo recurso, la afirmación por parte de Grissom (William Petersen) –o deberíamos decir por parte de Quentin Tarantino- de que es fan de Roy Rogers “rey de los cowboys” (el popular actor de westerns y cantante country fallecido en 1998), el juego de mesa al que Hodges (Wallace Langham) enseña a jugar a Greg (Eric Szmanda) y por supuesto el cameo de dos grandes estrellas de cine como son Tony Curtis y Frank Gorshin (que interpretara a Enigma en la serie de Batman de 1966 protagonizada por Adam West y en la película derivada, y que murió tan solo dos días antes de la emisión del episodio) y la imitación que estos hacen de Jack Nicholson. Todo son guiños a la personalidad fílmica del director, dejando claro en todo momento al espectador quien se sienta en la silla en este episodio. También encontramos algo muy propio de Tarantino como es la “desdramatización del drama”, si se me permite la expresión, en la escena en la que todos los CSI reunidos en el laboratorio introducen una memoria USB enviada por el secuestrador en el ordenador y ven por primera vez a Nick a través de una cámara instalada en el ataúd, un punto voyeurista muy del gusto del director; la cámara recorre los rostros de todos ellos mientras de fondo suena la canción Outside Chance de The Turtles, la ruptura entre el tono de la canción y el de la escena es algo que hemos visto numerosas veces en la filmografía del director. Para finalizar con los “guiños tarantinanos” presentes en Peligro Sepulcral, queda hablar de la escena en la que Nick, creyendo que su final está cerca, graba un mensaje de despedida en un grabadora que el secuestrador ha dejado a su disposición, en el momento de dejar el mensaje para Grissom (su supervisor y mentor a lo largo de la serie) el director saca hábilmente la cámara del ataúd y la coloca en el laboratorio, donde vemos a Grissom leyendo los labios de Nick y respondiendo a su mensaje con un enigmático, “no, nunca lo hiciste Nick”, así, lo que en manos de cualquier otro director hubiera sido un momento emotivo más, en manos de Tarantino adquiere el estatus de guiño a su propia filmografía al no saber el espectador en ningún momento lo que Nick le dice a Grissom (cf. El contenido del maletín de Pulp Fiction). Este es uno de tantos momentos a lo largo del doble capitulo en los que Tarantino demuestra conocer bien los personajes con los que juega, pues el hecho de que Grissom sepa leer los labios es algo que el seguidor habitual de la serie sabe desde el episodio Sonidos del silencio (1.20, Sounds of Silence, 2001) de la primera temporada. También la afición a la entomología de Grissom que finalmente salva la vida de Nick, y algunos otros pequeños detalles son muestra de que Tarantino probablemente era un seguidor habitual de la serie antes de que lo llamaran a colaborar.


Tarantino como maestro guionista que es sabe de la dificultad de sostener dos episodios enteros sobre la búsqueda de un secuestrador desconocido, algo que sabiamente soluciona con el impactante final del primer episodio –en el que un personaje principal en la trama vuela por los aires-, separando así las tramas de ambas partes, centrando la primera en encontrar al secuestrador y la segunda en hallar el lugar en el que se encuentra Nick. Tarantino nos muestra en Peligro Sepulcral una faceta terrorífica que no conocíamos, desde el misterio de saber quién está haciendo eso y porqué en el volumen 1 hasta la más aterrorizante claustrofobia de Nick en el segundo, el miedo, la inquietud y la ansiedad se intensifican en un crescendo fascinante. En este punto debemos hacer una pausa para elogiar el trabajo de George Eads, un actor que ha interpretado a Nick Stokes desde el primer capítulo de la serie de forma correcta aunque sin destacar en ningún momento y que lleva a cabo en esta ocasión un magnifico trabajo que nadie hubiera esperado en un autentico tour de force que es sin duda uno de los pilares fundamentales del episodio.


Dos apuntes finales quedan por hacer. El primero, el hecho de que un director como Quentin Tarantino con una marcada personalidad autoral participe en una serie de televisión llama la atención siendo como es en televisión que la responsabilidad última de la serie no está en manos del director sino de la cadena y del showrunner, y por tanto, el resultado final de cada capitulo jamás queda en manos del director. Quizás así se explica el optimista final de Peligro sepulcral cuando Nick va a la cárcel a visitar a una de las responsables indirectas de su secuestro con un positivo mensaje de perdón, algo que, visto el gusto por la venganza que demuestra la filmografía del director, no parece ser decisión suya. El segundo elemento a destacar es la que quizás sea una de las escenas mas divertidas que Tarantino haya rodado jamás, casi al final del metraje, cuando el ataúd de Nick se ha llenado de hormigas y esta a punto de quedarse sin aire, justo en mitad del momento mas dramático de todo el episodio, Tarantino se da el lujo de introducir una ensoñación rodada en tonos grises y con un humor negrísimo en el que Nick Stokes se ve a sí mismo en la mesa de autopsias mientras el Doctor Robbins (Robert David Hall), su ayudante David (David Berman) y su padre (Andrew Prine) hablan de él mientras lo abren y le extraen los órganos del cuerpo (“Su hijo tenía un gran corazón” dice el forense al sonriente padre de Nick mientras le arranca el corazón y se lo entrega), una escena memorable.


Peligro Sepulcral se convirtió en uno de los capítulos mas vistos de toda la serie (hablamos de una serie que lleva en antena mas de 250 capítulos), con un rating de 8.5, situándose en los dos primeros puestos en la lista de favoritos de los usuarios de IMDB con una amplia diferencia. Varias de sus espectaculares escenas serían utilizadas para la cortinilla de la sexta temporada y la trama (que debería haber quedado cerrada) vería su alcance extendido hasta la mitad de la siguiente temporada, con varios cambios sustanciales respecto a lo que Tarantino había propuesto. Fue por lo tanto uno de los episodios más importantes e influyentes de la serie, que unido al hecho de ser uno de los trabajos más interesantes de Quentin Tarantino, hacen de Peligro sepulcral una de las obras mas atractivas de la televisión reciente y también una de las mas desconocidas e infravaloradas.

2 comentarios:

adrián esbilla dijo...

Excelente resate. Tarantino demuestra ser capaz de integrar su universo propio en material ajeno respetando lo esencial de ambos. El capítulo no solo es absorbente, sino malignamente divertido. La escerna montada sobre la canción de los Turtles es antológica y el principio con el doble asesinadtode las gemelas con una sola bala una de esas bromas macabras propias de la imaginación del director.
Tarantino nunca se pone por encima de CSI, la utiliza con respeto y conocimiento reverencial sacando lo mejor de los personajes.

Dr. Ender dijo...

Es una lastima que en la primera parte quieran dejar claro de forma tan obvia que Tarantino está detrás de las cámaras, esto hace que el espectador pase el capítulo buscando el siguiente guiño al director en vez de preocuparse por la historia. Exceptuando esto, Peligro Sepulcral es altamente recomendable, no solo para los seguidores de CSI, sino para cualquier amante del buen cine de suspense.

Respecto a lo de la bala doblemente asesina, es una lástima que esa idea no pudiera desarrollarse más, me habría gustado ver lo que hacía Tarantino con ella.

Un saludo.